Add parallel Print Page Options

Él dice: «No es suficiente hacer que tú seas mi siervo
    para restaurar el poder de las tribus de Jacob
    y traer de regreso a los sobrevivientes de Israel.
También te haré luz de las naciones,
    para que hagas llegar mi salvación
    a los lugares más remotos de la tierra».

El SEÑOR, el Salvador de Israel, el Santo Dios,
    le dice a quien ha sido completamente despreciado,
al que las otras naciones odian,
    al esclavo de gobernantes:
«Reyes y príncipes se pondrán de pie al verte
    y se inclinarán.
Porque se puede confiar en el SEÑOR;
    el Santo Dios de Israel te eligió».

Jerusalén será reconstruida

El SEÑOR dice esto:
«En el momento que yo te mostré mi bondad,
    respondí a tus oraciones.
    El día de salvación, te ayudé.
Te protegí y te designé como mediador
    de un pacto con la humanidad,
para reconstruir el país
    y devolver las tierras arrasadas.

Read full chapter